LOS GANADEROS
ALREDEDOR DEL TERRITORIO CAMAGUANERO.(Camaguán 11)…
Una relación
de hatos –grandes y pequeños- existentes en la jurisdicción de Camaguán,
Uverito, y Guayabal (o San Gerónimo como
se le nombraba, porque el hato de ese nombre fue primero que el pueblo). Nos da
a conocer quiénes eran los propietarios de la tierra y el número de reses vacunas existentes en el área. Dicha
relación data de 1.791. y fue formada de orden superior por Antonio Leonardo
Sosa al parecer Teniente Justicia Mayor de Calabozo y firmado en esa ciudad el
31 de enero. La nómina es la siguiente : Pedro Polanco (La Portuguesa , 500
reses), Miguel Camacho (Higuerote 2.000 reses), José Antonio Toisen
(Higuerote-médano de Higuerote ,700 reses) ,Pedro Pablo Toisen (el mismo lugar
,700 reses) ,Juan Antonio Álvarez (el mismo lugar, 500 reses), Pedro Noguera
(el mismo lugar, 100 reses), Rafael Bermúdez (mismo lugar, 100 reses), el padre
Antonio Blanco (El Alcornocal, con12.000 reses, el hato más grande), Mateo
Núñez (Camaguán, 200 reses), Santiago
Álvarez (Camaguán, 100 reses), Gabriel
Silva (Santa Barbara, 500 reses ), Alférez Real José Delgado (San Andrés,
2.500, reses), Adrián Delgado (el mismo
lugar, 1.000 reses).Francisca Sanojo (Las Animas, 600 reses), Diego García (el
mismo lugar, 400 reses, Ignacio Romero
(Santa Rosa, 800 reses), Juana Sampayo ( San Jerónimo, 300 reses), Pbro. José
Domingo Blanco (Altagracia, 12.000 reses; pariente del dueño del Alcornocal,
junto con Altagracia los hatos mas grandes del área), Alejandro Pio Blanco (La Concepción, 2.500 reses) , Juan
Blanco (Canillas, 2.500 reses), Las Lajas ( el mismo Juan Blanco ,3.000 reses),
Jerónimo Blanco (Perital, 2.000 reses), Ceferino Silva y su madre (Camaguán,
600 reses). Una respetable cantidad de reses vacunas, sin contar las caballares
y mulares. Se ve que el sitio siempre ha sido inmejorable para la ganadería
extensiva, que no obstante sufre en la temporada de sequía. Tambien podemos
apreciar que muchos de esos nombres, especialmente los Blanco, son familias
distinguidas de Caracas que nunca vinieron o lo hicieron pocas veces a sus
dominios, la misma relación citada da cuenta que son mayordomos. Algunos de los
cuales esclavos, quienes atienden a los hatos y responden por ellos. La mayoría
de los hatos llaneros fueron fundados por esta gente y aún continúan varios.
Citemos el ejemplo de La Rubiera fundado
en los finales del siglo XVIII y hoy está cargado de historia y leyendas, en jurisdicción
de Cazorla, antiguo territorio camaguanero y calaboceño. Otros, como el Alcornocal,
uno de los más importantes, con más ganado que La Cruz Rubiera, hoy está
desaparecido hasta como topónimo en la geografía del sur guariqueño.
Sobre estos
hatos y la ganadería se sustentó la vida de Camaguán y por ellos surgen otros
pueblos como San Jerónimo de Guayabal en la colonia, y Uverito en lo contemporáneo
(aun cuando existía la comunidad campesina desde el siglo pasado, al menos que
tengamos registrado, hasta que lo fundo Monseñor Francisco Javier Peña, un
moderno capitán poblador). Camaguán sirvió para catapultar los misioneros hacia
las regiones del sur, hacia el bajo Apure, en su actividad evangelizadora y de
forjadora de pueblos, también se le puede llamar como a San Sebastián de los
Reyes, Genitora de pueblos, porque así está demostrado en la historia. De allí partieron
las misiones para constituir comunidades indígenas y de blancos.
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