Recordando al poeta de la Llanura......

Se crea este Blog, con el trabajo conjunto de los hijos y familiares del Poeta de Camaguán, quien dedicó su vida, aún fuera de su terruño, al estudio e investigación de su historia, tierra y costumbres, en una constante lucha para mantener vivas sus raíces y tradiciones. Germán Fleitas Beroes, plasmó en sus libros y escritos, su voluntad y esperanza de que su obra no quedara en el olvido, pues había mucho de Venezuela en ella. Amó su país y amó el rincón de suelo en el que nació y se esforzó en sembrar la identidad nacional a través de su pluma. Por eso, hoy sus hijos y familiares, juntamos nuestros recuerdos para crear esta página en honor a un venezolano auténtico.

Damos disculpas a nuestros lectores pues nuevamente está presentando fallas el reproductor LISTENGO, lo cual impide escuchar los audios subidos en dicho programa. Trataremos de solventar a la brevedad dicho inconveniente.

lunes, 25 de abril de 2016

Los Quilla Huasi - Estrofas de amor Letra de German fleitas Beroes en sus 100 años


HECTOR CABRERA: SECRETOS DE AMOR letra German Fleitas Beroesen sus 100 años


Cesar Andrade Noche de Luna LETRA GERMAN FLEITAS BEROES en sus 100 años


CAMINITO VERDE. de German Fleitas Beroes en sus 100 años


Los Machucambos - Los Garceros de German Fleitas Beroes en sus 100 años


Reyna Lucero: Canoero del Guanare de German Fleitas Beroes en sus 100 años


Una casita bella para ti - Cristobal Jimenez de german Fleitas Beroes en sus 100años


Muchacha De Ojazos Negros (Original No Copia) - Carlos Baute de german Fleitas Beroes en sus 100 años


"Madrugada Llanera". Marco Antonio Muñiz.de German Fleitas Beroes en sus 100 años


Fabiana Ochoa - El beso que te di.de German Fleitas Beroes en sus 100 años


Muchachita Sabanera - Yoana y Moneiba García de German Fleitas Beroes en sus100 años


Muchachita Sabanera (Tuna de Derecho de Valladolid, 1997)de German Fleitas Beroes en sus 100 años


El Beso Que te Di - Fredy Velasquez de German Fleitas Beroes en sus 100 años


"Aragüita" - Los Cuñao's y el Trío Aldemaro Romero deGerman Fleitas Beroes en sus 100 años


Mi pasaje: de Germán Fleitas Beroes. Letra de German Fleitas Beroes en sus 100 años


FIESTA DE TOROS COLEADOS...EL COLEO DE AYER. poema de German Fleitas Beroes en sus 100 años


sábado, 9 de abril de 2016

Pedro Camejo (Corrío) - Primera Parte por FLEITAS BEROES.

Imagen de Negro Primero en San Fernando de Apure

Este  corrío, escrito por el autor en tres partes, narra la vida de Pedro Camejo, nuestro “Negro Primero”, desde su nacimiento hasta su muerte.

 
Primera Parte
Pedro Camejo
“El Negro Primero”
Corrido
Su padre fue un negro fuerte
Mujeriego y peleador
Lo que llamaban los godos:
Un negro guachamarón.

Su madre fue una negraza
Dura como un botalón,
La primera en los joropos
Y en los bailes de tambor.

Se enamoraron los negros
Y un Jueves de la Ascensión
Se casaron por la iglesia
Tal como lo manda Dios

Luna de miel con zizaña
Principios de rebelión;
Un ¡VIVA! A Gual y España.
Esa fue su perdición
Lo llevaron a la cárcel,
Lo acusaron de traición
Y lo metieron al cepo
Después de una planazón
No se supo más del negro
Hasta que en una ocasión
La negra, que andaba encinta
Salió en busca de un doctor;
No llevaba en la cabeza
Su pañuelo tornasol,
lloraba y entre sollozos,
La mejor explicación
Se la daba a todo el mundo
Lo negro del camisón…



Y nació Pedro Camejo,
Huérfano de pantalón;
Bebedizos de aguardiente
Con canela y papelón;
Pañales de luna llena
Dulces besitos de amor;
Pasaba los días haciendo
Arepitas de pompón
Hasta que pudo jugar
Con moneditas de sol.

Pedro Camejo (Corrío) - Segunda Partel al Panteon

Segunda Parte
Pedro Camejo
Frente a la Vida
A los veinte años escasos
Aquel futuro campeón
Iba en las fuerzas de Yañez
Puntero en un escuadrón.

Pasaron algunos meses
Y en Araure desertó,
Poco menos de una legua
La mula se le cansó
Alguna novilla gorda
En el camino mató;

Su compadre José Félix
A un Hato lo acompañó,
Pero el dueño de la finca
Que al principio lo aceptó
Al saber que era de Yañez
De mal modo lo miró….

Entonces el negro dijo
¡para Apure me voy yo!
Y cuando estuvo en Achaguas
A Páez se le presentó
-¡Me llamo Pedro Camejo!
Realista que se fugó;
Solo aspiro, Mayordomo,
Una casaca marrón,
Un penacho bien bonito
Que pegue con mi color,
Freno y charnelas de plata
Un caballo correlón
Una ”Santa Catalina”,
Un machete bien cortón;
Ser obediente a su mando,
Combatir en pelotón,
Encontrar para Mindola
Aperos de distinción
Para el negro Juan (rafal)
Silla nueva con pellón;
Cada vez que haya trifulca
Matar algún chapetón
Registrarle los bolsillos
Sin mucha contemplación
Porque los godos realistas
Cargan el oro a montón……!

Ante aquellas faramallas
Y ante aquella explicación
Tuvo que soltar la risa
Todo el Estado Mayor
El abrazo del catire
Al negro comprometió
-¡Acomódese Camejo
Que mañana quiero yo
Saber si es verdad que tiene
Tanta destreza y valor!

Una semana después,
¡como por mano de Dios!,
De repente: ¡el enemigo…!
Y Camejo se lució:
Hubo plomo y hubo lanzas,
Hubo gritos de terror
Pudo “mojar la cuchara”
En el primer encontrón,
Después le pasó revista
A los cinco que tumbó
Y se puso la casaca
Del último que mató
 
En más de veinte combates
El Negro se distinguió
Lo llamaban “El Primero”
Y siempre lo demostró;
Tuvo fama de jinete
Y de buen arrendador;
Soga brava en los rodeos,
Recio como amansador,
Al pie del arpa cantaba
Y sabía quebrar la voz,
Escobillando un joropo
Nunca tuvo contendor,
Era bueno con el cuatro
Con las maracas, mejor;
En el agua, por supuesto ,
Era el caribe mayor,
En amores y amoríos
Fue un Negro conquistador
Porque a todas las muchachas
les robaba el corazón.



Como premio del destino
a BOLIVAR conoció,
Este le puso cariño
el Negro se lo ganó;
le dijo que “diablocracia”
era el sistema mejor
y le contó sus andanzas
por esos llanos de Dios.


En “Las Queseras del Medio”
Cuando el Catire gritó
el Negro Pedro Camejo
fue el primero que volteó
¡a la lanza…..!, se le oía,
Y su nombre figuró
En el grupo de centauros
Que a Morillo derrotó.


Después, camino a San Carlos
El ejército marchó,
Era el convenio de Páez
Con nuestro LIBERTADOR.
Se encontraron los dos jefes,
Por el triunfo se brindó,
Y el plan de ataque y defensa
En ”La Blanquera” nació,
¡Carabobo era la meta,
Era morir con honor,
Era sepultar allí
Tres siglos de humillación”.


El Negro Pedro Camejo
En su lenguaje arengó
A toda la llanerada
Que sonriente lo escuchó:
¡Mañana es la gran “cisiva”,
El que muera con valor
Resucitara más tarde
En los brazos del SEÑOR,
Pero en cambio en el infierno
Estará el Diablo Mayor
Esperando al que recule
Delante del contendor.



Arrendador: hombre diestro en amansar bestias; Cisiva: Por decisiva; Chapetón: Europeo recien llegado a América, era un término despectivo; Diablocracia: Por Democracia; Ajo, echar un Ajo: decir una palabra obscena; La Blanquera: famosa casa ubicada en San Carlos donde Bolívar y sus oficiales ultimaron los detalles para la Batalla de Carabobo; Mayordomo: Jefe de hato o hacienda. Así le decía Pedro Camejo al General Páez; Mojar la Cuchara: Momento de propinar el lanzazo y mostrar la hoja del acero o la puya de madera tinta en sangre; Pellón: Adorno primorosamente bordado para colocar sobre las bestias; Santa Catalina: Nombre que el llanero daba a la Lanza ¡Páseme acá mi Santa Catalina!
Un pasaje de la Autobiografía de José Antonio Páez relata el diálogo entre Camejo y el Libertador como sigue:─ ¿Pero qué le movió a V. a servir en las filas de nuestros enemigos?; Miró el negro a los circundantes como si quisiera enrostrarles la indiscreción que habían cometido, (les había pedido que no le dijesen al Libertador que había peleado bajo las órdenes de Bóves) y dijo después:─Señor, la codicia;─ ¿Cómo así preguntó Bolívar?:─Yo había notado, continuó el negro, que todo el mundo iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro para Juan Rafael y otro para mi”
Según Laureano Vallenilla Lanz en su Cesarismo Democrático: “el negro primero como todo hombre primitivo, tenia gran amor por los uniformes brillantes. Cuando el Libertador iba a encontrarse por primera vez con el General Páez, dice éste, que el negro “recomendaba a todos muy vivamente que no fueran a decirle al Libertador que él había servido en el ejército realista” Semejante recomendación bastó para que a su llegada le hablaran a Bolívar del negro con entusiasmo, refiriéndole el empeño que tenía en que no supiese que él había estado al servicio del Rey.(Aquí hace referencia exactamente el diálogo antes trascrito) “Esta anécdota es de una gran significación histórica, porque revela la mentalidad de la mayoría de los hombres que después que habían servido con Boves y Yañez, cometiendo los más espantosos crímenes, convirtiendo el territorio entero de Venezuela en “un vasto campo de carnicería”, vinieron a ser con Páez, Monagas, Cedeño, Zaraza, los heroicos defensores de la independencia y además comprueba el prestigio que iba conquistando la causa de la Patria en el seno de las bajas clases populares, a los esfuerzos enormes de los próceres. Ya la patria podía ofrecer a los que abandonaban las filas realistas, lo que constituía para ellos una ilusión: un uniforme y un apero; ya podía abrirles el camino de los honores, elevando hasta los esclavos, como Pedro Camejo, a las altas jerarquías militares.
TERCERA PARTE. BATALLA DE CARABOBO.
Y llegó la fecha magna
de nuestra emancipación,
Día veinticuatro de junio
más o menos a las dos
Páez ,Aramendi, Cedeño,
Plaza y Juan José Rondón,
cada Jefe en la vanguardia
mandaba su división
dirigiendo aquel combate
BOLIVAR, LIBERTADOR.
                                               En la Pica de la Mona
                                               hubo fuego a  discreción,
                                               los ingleses aguantaban
                                               con Farriar como un león,
                                               después todo fue locura
                                               reinaba tal confusión
                                              que el griterío tapaba
                                              el estruendo del cañón;
                                              el lanzazo y el disparo,
                                              caballos sin dirección ,
                                              tierra y humo, sangre y lodo,
                                              el ajo y la maldición           
                                              tan sólo se distinguían
                                              el pabellón español
                                              y ondeando en una eminencia
                                              la bandera tricolor.
                                                                                              De repente se oyó un grito,
                                                                                              un hombre se tambaleó,
                                                                                              Páez, como un energúmeno
                                                                                              ferozmente lo increpó;
                                                                                              ¡No dé la espalda, Camejo,
                                                                                               mate sin contemplación!,
                                                                                               y el Negro, desde el caballo
                                                                                              noblemente respondió;
                                                                                              ¡Estoy muerto, Mayordomo,
                                                                                               y vengo a decirle adiós!
            ¡Teniente PEDRO CAMEJO,
             reciba de corazón
             el respeto de su pueblo
             y la luz de una oración!
                                                       GERMÁN FLEITAS BEROES 1.986..      
        



martes, 5 de abril de 2016

AL NEGRO PRIMERO

Dilia Calderas
Integrante del GPP-RAD

Registrado: 06 Ago 2009
Mensajes: 5171
MensajePublicado: Mar Jun 23, 2015 1:27 pm    Título del mensaje: PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO" AL PANTEÓN NACIONAResponder citando


PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO" http://elpoetadecamaguan.blogspot.com/2011/02/pedro-camejo-corrio-segunda-parte.html
"A los veinte años escasos
Aquel futuro campeón
Iba en las fuerzas de Yañez
Puntero en un escuadrón.

Pasaron algunos meses
Y en Araure desertó,
Poco menos de una legua
La mula se le cansó
Alguna novilla gorda
En el camino mató;

Su compadre José Félix
A un Hato lo acompañó,
Pero el dueño de la finca
Que al principio lo aceptó
Al saber que era de Yañez
De mal modo lo miró….

Entonces el negro dijo
¡para Apure me voy yo!
Y cuando estuvo en Achaguas
A Páez se le presentó
-¡Me llamo Pedro Camejo!
Realista que se fugó;
Solo aspiro, Mayordomo,
Una casaca marrón,
Un penacho bien bonito
Que pegue con mi color,
Freno y charnelas de plata
Un caballo correlón
Una ”Santa Catalina”,
Un machete bien cortón;
Ser obediente a su mando,
Combatir en pelotón,
Encontrar para Mindola
Aperos de distinción
Para el negro Juan (rafal)
Silla nueva con pellón;
Cada vez que haya trifulca
Matar algún chapetón
Registrarle los bolsillos
Sin mucha contemplación
Porque los godos realistas
Cargan el oro a montón……!

Ante aquellas faramallas
Y ante aquella explicación
Tuvo que soltar la risa
Todo el Estado Mayor
El abrazo del catire
Al negro comprometió
-¡Acomódese Camejo
Que mañana quiero yo
Saber si es verdad que tiene
Tanta destreza y valor!

Una semana después,
¡como por mano de Dios!,
De repente: ¡el enemigo…!
Y Camejo se lució:
Hubo plomo y hubo lanzas,
Hubo gritos de terror
Pudo “mojar la cuchara”
En el primer encontrón,
Después le pasó revista
A los cinco que tumbó
Y se puso la casaca
Del último que mató

En más de veinte combates
El Negro se distinguió
Lo llamaban “El Primero”
Y siempre lo demostró;
Tuvo fama de jinete
Y de buen arrendador;
Soga brava en los rodeos,
Recio como amansador,
Al pie del arpa cantaba
Y sabía quebrar la voz,
Escobillando un joropo
Nunca tuvo contendor,
Era bueno con el cuatro
Con las maracas, mejor;
En el agua, por supuesto ,
Era el caribe mayor,
En amores y amoríos
Fue un Negro conquistador
Porque a todas las muchachas
les robaba el corazón.

Como premio del destino
a BOLIVAR conoció,
Este le puso cariño
el Negro se lo ganó;
le dijo que “diablocracia”
era el sistema mejor
y le contó sus andanzas
por esos llanos de Dios.

En “Las Queseras del Medio”
Cuando el Catire gritó
el Negro Pedro Camejo
fue el primero que volteó
¡a la lanza…..!, se le oía,
Y su nombre figuró
En el grupo de centauros
Que a Morillo derrotó.

Después, camino a San Carlos
El ejército marchó,
Era el convenio de Páez
Con nuestro LIBERTADOR.
Se encontraron los dos jefes,
Por el triunfo se brindó,
Y el plan de ataque y defensa
En ”La Blanquera” nació,
¡Carabobo era la meta,
Era morir con honor,
Era sepultar allí
Tres siglos de humillación”.

El Negro Pedro Camejo
En su lenguaje arengó
A toda la llanerada
Que sonriente lo escuchó:
¡Mañana es la gran “cisiva”,
El que muera con valor
Resucitara más tarde
En los brazos del SEÑOR,
Pero en cambio en el infierno
Estará el Diablo Mayor
Esperando al que recule
Delante del contendor.

El General Páez dijo, que el negro “recomendaba a todos muy vivamente que no fueran a decirle al Libertador que él había servido en el ejército realista”. Semejante recomendación bastó para que a su llegada le hablaran a Bolívar del negro con entusiasmo, refiriéndole el empeño que tenía en que no supiese que él había estado al servicio del Rey..." José Antonio Páez relata el diálogo entre Camejo y el Libertador: ¿Pero qué le movió a V. a servir en las filas de nuestros enemigos?; Miró el negro a los circundantes como si quisiera enrostrarles la indiscreción que habían cometido, (les había pedido que no le dijesen al Libertador que había peleado bajo las órdenes de Bóves) y dijo después:─Señor, la codicia;─ ¿Cómo así preguntó Bolívar?:─Yo había notado, continuó el negro, que todo el mundo iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro para Juan Rafael y otro para mi”..."

Y llegó la fecha magna
de nuestra emancipación,
Día veinticuatro de junio
más o menos a las dos
Páez, Aramendi, Cedeño,
Plaza y Juan José Rondón,
cada Jefe en la vanguardia
mandaba su división
dirigiendo aquel combate
BOLIVAR, LIBERTADOR.

En la Pica de la Mona
hubo fuego a discreción,
los ingleses aguantaban
con Farriar como un león,
después todo fue locura
reinaba tal confusión
que el griterío tapaba
el estruendo del cañón;
el lanzazo y el disparo,
caballos sin dirección ,
tierra y humo, sangre y lodo,
el ajo y la maldición
tan sólo se distinguían
el pabellón español
y ondeando en una eminencia
la bandera tricolor.

De repente se oyó un grito,
un hombre se tambaleó,
Páez, como un energúmeno
ferozmente lo increpó;
¡No dé la espalda, Camejo,
mate sin contemplación!,
y el Negro, desde el caballo
noblemente respondió;
¡Estoy muerto, Mayordomo,
y vengo a decirle adiós!
¡Teniente PEDRO CAMEJO,
reciba de corazón
el respeto de su pueblo
y la luz de una oración!

GERMÁN FLEITAS BEROES 1.986..
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hechos
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Mensajes: 4340
MensajePublicado: Mar Jun 23, 2015 4:32 pm    Título del mensaje: Re: PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO" AL PANTEÓN NACResponder citando

Dilia Calderas escribió:


PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO"
http://elpoetadecamaguan.blogspot.com/2011/02/pedro-camejo-corrio-segunda-parte.html

"A los veinte años escasos
Aquel futuro campeón
Iba en las fuerzas de Yañez
Puntero en un escuadrón.

Pasaron algunos meses
Y en Araure desertó,
Poco menos de una legua
La mula se le cansó
Alguna novilla gorda
En el camino mató;

Su compadre José Félix
A un Hato lo acompañó,
Pero el dueño de la finca
Que al principio lo aceptó
Al saber que era de Yañez
De mal modo lo miró….

Entonces el negro dijo
¡para Apure me voy yo!
Y cuando estuvo en Achaguas
A Páez se le presentó
-¡Me llamo Pedro Camejo!
Realista que se fugó;
Solo aspiro, Mayordomo,
Una casaca marrón,
Un penacho bien bonito
Que pegue con mi color,
Freno y charnelas de plata
Un caballo correlón
Una ”Santa Catalina”,
Un machete bien cortón;
Ser obediente a su mando,
Combatir en pelotón,
Encontrar para Mindola
Aperos de distinción
Para el negro Juan (rafal)
Silla nueva con pellón;
Cada vez que haya trifulca
Matar algún chapetón
Registrarle los bolsillos
Sin mucha contemplación
Porque los godos realistas
Cargan el oro a montón……!

Ante aquellas faramallas
Y ante aquella explicación
Tuvo que soltar la risa
Todo el Estado Mayor
El abrazo del catire
Al negro comprometió
-¡Acomódese Camejo
Que mañana quiero yo
Saber si es verdad que tiene
Tanta destreza y valor!

Una semana después,
¡como por mano de Dios!,
De repente: ¡el enemigo…!
Y Camejo se lució:
Hubo plomo y hubo lanzas,
Hubo gritos de terror
Pudo “mojar la cuchara”
En el primer encontrón,
Después le pasó revista
A los cinco que tumbó
Y se puso la casaca
Del último que mató

En más de veinte combates
El Negro se distinguió
Lo llamaban “El Primero”
Y siempre lo demostró;
Tuvo fama de jinete
Y de buen arrendador;
Soga brava en los rodeos,
Recio como amansador,
Al pie del arpa cantaba
Y sabía quebrar la voz,
Escobillando un joropo
Nunca tuvo contendor,
Era bueno con el cuatro
Con las maracas, mejor;
En el agua, por supuesto ,
Era el caribe mayor,
En amores y amoríos
Fue un Negro conquistador
Porque a todas las muchachas
les robaba el corazón.

Como premio del destino
a BOLIVAR conoció,
Este le puso cariño
el Negro se lo ganó;
le dijo que “diablocracia”
era el sistema mejor
y le contó sus andanzas
por esos llanos de Dios.

En “Las Queseras del Medio”
Cuando el Catire gritó
el Negro Pedro Camejo
fue el primero que volteó
¡a la lanza…..!, se le oía,
Y su nombre figuró
En el grupo de centauros
Que a Morillo derrotó.

Después, camino a San Carlos
El ejército marchó,
Era el convenio de Páez
Con nuestro LIBERTADOR.
Se encontraron los dos jefes,
Por el triunfo se brindó,
Y el plan de ataque y defensa
En ”La Blanquera” nació,
¡Carabobo era la meta,
Era morir con honor,
Era sepultar allí
Tres siglos de humillación”.

El Negro Pedro Camejo
En su lenguaje arengó
A toda la llanerada
Que sonriente lo escuchó:
¡Mañana es la gran “cisiva”,
El que muera con valor
Resucitara más tarde
En los brazos del SEÑOR,
Pero en cambio en el infierno
Estará el Diablo Mayor
Esperando al que recule
Delante del contendor.

El General Páez dijo, que el negro “recomendaba a todos muy vivamente que no fueran a decirle al Libertador que él había servido en el ejército realista”. Semejante recomendación bastó para que a su llegada le hablaran a Bolívar del negro con entusiasmo, refiriéndole el empeño que tenía en que no supiese que él había estado al servicio del Rey..." José Antonio Páez relata el diálogo entre Camejo y el Libertador: ¿Pero qué le movió a V. a servir en las filas de nuestros enemigos?; Miró el negro a los circundantes como si quisiera enrostrarles la indiscreción que habían cometido, (les había pedido que no le dijesen al Libertador que había peleado bajo las órdenes de Bóves) y dijo después:─Señor, la codicia;─ ¿Cómo así preguntó Bolívar?:─Yo había notado, continuó el negro, que todo el mundo iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro para Juan Rafael y otro para mi”..."

Y llegó la fecha magna
de nuestra emancipación,
Día veinticuatro de junio
más o menos a las dos
Páez, Aramendi, Cedeño,
Plaza y Juan José Rondón,
cada Jefe en la vanguardia
mandaba su división
dirigiendo aquel combate
BOLIVAR, LIBERTADOR.

En la Pica de la Mona
hubo fuego a discreción,
los ingleses aguantaban
con Farriar como un león,
después todo fue locura
reinaba tal confusión
que el griterío tapaba
el estruendo del cañón;
el lanzazo y el disparo,
caballos sin dirección ,
tierra y humo, sangre y lodo,
el ajo y la maldición
tan sólo se distinguían
el pabellón español
y ondeando en una eminencia
la bandera tricolor.

De repente se oyó un grito,
un hombre se tambaleó,
Páez, como un energúmeno
ferozmente lo increpó;
¡No dé la espalda, Camejo,
mate sin contemplación!,
y el Negro, desde el caballo
noblemente respondió;
¡Estoy muerto, Mayordomo,
y vengo a decirle adiós!
¡Teniente PEDRO CAMEJO,
reciba de corazón
el respeto de su pueblo
y la luz de una oración!

GERMÁN FLEITAS BEROES 1.986..





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Dilia Calderas
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Mensajes: 5171
MensajePublicado: Mar Jun 23, 2015 5:51 pm    Título del mensaje: Re: PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO" AL PANTEÓN NACResponder citando

hechos escribió:
Dilia Calderas escribió:


PEDRO CAMEJO "EL NEGRO PRIMERO"
http://elpoetadecamaguan.blogspot.com/2011/02/pedro-camejo-corrio-segunda-parte.html

"A los veinte años escasos
Aquel futuro campeón
Iba en las fuerzas de Yañez
Puntero en un escuadrón.

Pasaron algunos meses
Y en Araure desertó,
Poco menos de una legua
La mula se le cansó
Alguna novilla gorda
En el camino mató;

Su compadre José Félix
A un Hato lo acompañó,
Pero el dueño de la finca
Que al principio lo aceptó
Al saber que era de Yañez
De mal modo lo miró….

Entonces el negro dijo
¡para Apure me voy yo!
Y cuando estuvo en Achaguas
A Páez se le presentó
-¡Me llamo Pedro Camejo!
Realista que se fugó;
Solo aspiro, Mayordomo,
Una casaca marrón,
Un penacho bien bonito
Que pegue con mi color,
Freno y charnelas de plata
Un caballo correlón
Una ”Santa Catalina”,
Un machete bien cortón;
Ser obediente a su mando,
Combatir en pelotón,
Encontrar para Mindola
Aperos de distinción
Para el negro Juan (rafal)
Silla nueva con pellón;
Cada vez que haya trifulca
Matar algún chapetón
Registrarle los bolsillos
Sin mucha contemplación
Porque los godos realistas
Cargan el oro a montón……!

Ante aquellas faramallas
Y ante aquella explicación
Tuvo que soltar la risa
Todo el Estado Mayor
El abrazo del catire
Al negro comprometió
-¡Acomódese Camejo
Que mañana quiero yo
Saber si es verdad que tiene
Tanta destreza y valor!

Una semana después,
¡como por mano de Dios!,
De repente: ¡el enemigo…!
Y Camejo se lució:
Hubo plomo y hubo lanzas,
Hubo gritos de terror
Pudo “mojar la cuchara”
En el primer encontrón,
Después le pasó revista
A los cinco que tumbó
Y se puso la casaca
Del último que mató

En más de veinte combates
El Negro se distinguió
Lo llamaban “El Primero”
Y siempre lo demostró;
Tuvo fama de jinete
Y de buen arrendador;
Soga brava en los rodeos,
Recio como amansador,
Al pie del arpa cantaba
Y sabía quebrar la voz,
Escobillando un joropo
Nunca tuvo contendor,
Era bueno con el cuatro
Con las maracas, mejor;
En el agua, por supuesto ,
Era el caribe mayor,
En amores y amoríos
Fue un Negro conquistador
Porque a todas las muchachas
les robaba el corazón.

Como premio del destino
a BOLIVAR conoció,
Este le puso cariño
el Negro se lo ganó;
le dijo que “diablocracia”
era el sistema mejor
y le contó sus andanzas
por esos llanos de Dios.

En “Las Queseras del Medio”
Cuando el Catire gritó
el Negro Pedro Camejo
fue el primero que volteó
¡a la lanza…..!, se le oía,
Y su nombre figuró
En el grupo de centauros
Que a Morillo derrotó.

Después, camino a San Carlos
El ejército marchó,
Era el convenio de Páez
Con nuestro LIBERTADOR.
Se encontraron los dos jefes,
Por el triunfo se brindó,
Y el plan de ataque y defensa
En ”La Blanquera” nació,
¡Carabobo era la meta,
Era morir con honor,
Era sepultar allí
Tres siglos de humillación”.

El Negro Pedro Camejo
En su lenguaje arengó
A toda la llanerada
Que sonriente lo escuchó:
¡Mañana es la gran “cisiva”,
El que muera con valor
Resucitara más tarde
En los brazos del SEÑOR,
Pero en cambio en el infierno
Estará el Diablo Mayor
Esperando al que recule
Delante del contendor.

El General Páez dijo, que el negro “recomendaba a todos muy vivamente que no fueran a decirle al Libertador que él había servido en el ejército realista”. Semejante recomendación bastó para que a su llegada le hablaran a Bolívar del negro con entusiasmo, refiriéndole el empeño que tenía en que no supiese que él había estado al servicio del Rey..." José Antonio Páez relata el diálogo entre Camejo y el Libertador: ¿Pero qué le movió a V. a servir en las filas de nuestros enemigos?; Miró el negro a los circundantes como si quisiera enrostrarles la indiscreción que habían cometido, (les había pedido que no le dijesen al Libertador que había peleado bajo las órdenes de Bóves) y dijo después:─Señor, la codicia;─ ¿Cómo así preguntó Bolívar?:─Yo había notado, continuó el negro, que todo el mundo iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro para Juan Rafael y otro para mi”..."

Y llegó la fecha magna
de nuestra emancipación,
Día veinticuatro de junio
más o menos a las dos
Páez, Aramendi, Cedeño,
Plaza y Juan José Rondón,
cada Jefe en la vanguardia
mandaba su división
dirigiendo aquel combate
BOLIVAR, LIBERTADOR.

En la Pica de la Mona
hubo fuego a discreción,
los ingleses aguantaban
con Farriar como un león,
después todo fue locura
reinaba tal confusión
que el griterío tapaba
el estruendo del cañón;
el lanzazo y el disparo,
caballos sin dirección ,
tierra y humo, sangre y lodo,
el ajo y la maldición
tan sólo se distinguían
el pabellón español
y ondeando en una eminencia
la bandera tricolor.

De repente se oyó un grito,
un hombre se tambaleó,
Páez, como un energúmeno
ferozmente lo increpó;
¡No dé la espalda, Camejo,
mate sin contemplación!,
y el Negro, desde el caballo
noblemente respondió;
¡Estoy muerto, Mayordomo,
y vengo a decirle adiós!
¡Teniente PEDRO CAMEJO,
reciba de corazón
el respeto de su pueblo
y la luz de una oración!

GERMÁN FLEITAS BEROES 1.986..





¡Gracias Dilia! Wink


No hay de qué, Hechos; por fin nuestro Pedro Camejo; El Negro Primero, va camino hacia el Panteón. Abrazos.
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VENEZUELA Y COLOMBIA.


    
 
                    

Guayabo negro

EL UNIVERSAL

Este 13 de marzo ha llegado a su centenario el gran poeta venezolano Germán Fleitas Beroes, nacido en 1916,  que en sus versos ha registrado todo el acontecer del paisaje llanero con sus gentes, su fauna, su avifauna, su ganado y todo el quehacer cotidiano de esa tierra que comprende a dos naciones hermanas. Fleitas es el autor de ese bello pasaje titulado "Guayabo negro" entonado e intercionalizado por voces y agrupaciones de distintos países. Autor de varios libros y poemas se suma a la literatura y a la música de esta región, como uno de sus grandes escritores.
Admirado por muchos compositores de su tierra no vacilaron en ponerle música a varios de sus poemas. Por ejemplo Juan Vicente Torrealba musicalizó los versos de  "Ojazos negros", "Muchachita sabanera",  "Aquella noche" y "Tempestad en el palmar". Otros maestros convirtieron en pasajes llaneros los poemas "Caminito verde", "Mujer llanera", "El beso que te di", etc.
Saludamos en este centenario al muy bien llamado "El poeta del Camaguán", en la figura de Germán Fleitas Beroes como uno de los grandes enriquecedores del amplísimo folclor con el cual nos identificamos Venezuela y Colombia.
 
Nombre: 
José
Apellidos: 
Portaccio
Cédula : 
2894752 de Bogotá

CENTENARIO

AÑO DE CENTENARIOS… GERMÁN FLEITAS BEROES: Camaguán – Estado Guárico, 13.03.1916 —Caracas, 10.10.1994: FELIPE HERNÁNDEZ G

FELIPE-HERNANDEZ-CRONISTA-DE-ESTA ES LA Q VA INFANTEFue hace cien años, un 13 de marzo de 1916, cuando nació en la tierra de los esteros, Camaguán, el compositor y poeta guariqueño Germán Fleitas Beroes, quien por su creatividad, ingenio artístico y fervor por su pueblo, es conocido como el Poeta de Camaguán. En su Centenario, apoyándonos en diversos escritos y en lo expuesto en el blog familiar: Recordando al poeta…, presentamos en su honor la reseña siguiente:
El escritor, profesor e intelectual vallepascuense Pedro Díaz Seijas, en su libro “La viva presencia del Guárico” (1989), obra publicada por la Contraloría General de la República, esboza una semblanza del Poeta Fleitas Beroes, en la que señala:  
“Desde niño tuvo ante su vista el paisaje imponente del llano. …Confiesa que en su pueblo todos eran pastores que andaban desde el amanecer con la copla en los labios. Fleitas Beroes nació, por obra y gracia de la naturaleza, trovador… en vez de vanagloriarse como muchos con el ostentoso calificativo de poeta, prefirió con modestia quedarse en el estadio de coplero. Compuso versos desde muy niño, porque como él explicaba: En Camaguán “Los niños no veíamos otra cosa que el hombre a caballo, con su sombrero alón, su cobija de pelo y su soga, el ordeñador y la vacada, la trashumancia, la estampida y la doma. Habitado casi en su totalidad por familias descendientes de andaluces y canarios, era ambiente propicio para el verso octosílabo, que escuchábamos desde la alta madrugada hasta bien entrada la noche; en el canto a la vaca de patio, en las tonadas de arreo, en los velorios de cruz, en el joropo y el pasaje”.
Así se desarrolló la vocación de cantor del llano en Germán Fleitas Beroes. Un día sus cantos salieron a todos los rumbos de Venezuela, unidos a los acordes del arpa. Su nombre se asoció al de Juan Vicente Torrealba. Sus pasajes de genuino sabor llanero, de impecable ritmo y ancestro guariqueño, empezaron a recorrer todos los rincones de la patria. El nombre de Fleitas Beroes voló en alas de la fama. ¿Quién no se deleitó en aquellos días románticos de los años cincuenta con los versos y las melodías que impusieron, a lo largo y ancho del país, Los Torrealberos? Allí estaba el mensaje que no muere de Germán Fleitas Beroes. Sus versos de coplero echados al viento, necesitaban música. Ellos, como el cantar de las palmas, como el rumor de los morichales, como el melancólico grito de la guacaba, como el suave piar de las garzas, pertenecen al alma de la llanura. Allí están, impertérritos. Son como monumentos hechos de palabra.datauri-file (1)
Fue Fleitas Beroes un llanero muy reconocido y apreciado por poetas y copleros de su generación, como Alberto Arvelo Torrealba, Julio César Sánchez Olivo, José Natalio Estrada, José León Tapia, y artistas como Simón Díaz, Ángel Custodio Loyola, Mariano Hurtado Rondón, José “Catire” Carpio, Mario Suárez, Rafael Montaño, Juan Vicente Torrealba y los Torrealberos, María Teresa Chacín, Magdalena Sánchez y Pancho Prim, entre otras reconocidas voces de la canta típica;en general, cantantes y copleros muy importantes en la difusión de ese folclore que para ese entonces se quedaba concentrado en los pueblos llaneros y no llegaba a la capital...
Fue un constante defensor del folclore y la cultura llanera y ayudó a llevarla a Caracas, donde se residenció hasta su muerte el 10 de octubre de 1994, dejando el corazón en Camaguán su pueblo natal. Parte de su obra está recogida en los libros de su autoría: “Tolvaneras” (1955), “Páseme acá la guitarra”, “Estrellas y Candiles” (1986), “Cien coplas” (1979), “El romancero del llano”, y “Arpa que me rinde el sueño” (1986). Fleitas Beroes nunca se propuso ser historiador, pero escribía historia. Informa el cronista de San Jerónimo de Guayaba, don José Solórzano, que “…tenía en preparación un trabajo titulado “El llano, sus costumbres y sus monstruos sagrados”; y una investigación histórica (…) “Los Bravos de Apure eran de Guárico” (…) Están entre sus escritos… datos biográficos sobre Antonio Martínez, soldado realista que en Carabobo salvó la vida del general Páez (este con ataque de epilepsia)… y llevarlo ante los suyos”… En sus libros y escritos, plasmó su voluntad y esperanza de que su obra no quedara en el olvido, pues había mucho de Venezuela en ella. Amó su país y amó el rincón de suelo en el que nació y se esforzó en sembrar la identidad nacional a través de su pluma.datauri-file
Aunque muchas de sus investigaciones, composiciones y poemas quedaron sin publicación, su huella está marcada indeleblemente en la cultura llanera venezolana, como un sello, sus coplas siguen vivas, realengas retozan por la llanura, sonando en los versos de los cantantes y poetas campesinos, que en el fragor de los bailes y parrandas, altaneros como tolvaneras las lanzan al viento, para que con la brisa peinen la sabana y las palmeras aplaudan con devoción. Veamos algunas:
Coplero del llano adentro / las gracias te vengo a dar / por aquellos versos tuyos / que nunca podré olvidar / donde me dices que soy / tolvanera en el palmar, / gaviota en el horizonte, / nubarrón en altamar, / cocuyo en la noche oscura / y espiga en el medanal.
Gran amigo del “cuatrista” Juan Briceño Zapata, el hombre que según el “Seis por derecho” de Pedro Emilio Sánchez, “Briceño tocaba el cuatro con una muñeca rara”. Juan y él, arpa y libreta en mano, compusieron obras que hoy son monumentos de la música llanera, entre ellas: “Canoero del Guanare”, “Resentimiento”, “Una casita bella para ti”, “Juan Solito”, “Ojazos negros” y el célebre “Caminito Verde”, cuya letra dice: “Lloraré cuando recuerde / que te vi reverdecer. / Adiós caminito verde / me voy para no volver”.
Al Guárico, tierra de poetas y de músicos, le dedicó… una copla que recoge todo el sentir de la guariqueñidad, dice: Guárico, mi sal, mi luz, / ancestro de mis mayores, / has dado más ruiseñores / que todo el campo andaluz.
Entre tantas, algunas otras coplas o coplillas de Fleitas Beroes son:
En materia de amistad / conozco a mis dos amigos: / El Corazón de Jesús / y un billete en el bolsillo.
Hay dos cosas en mi tierra / que Dios puso de punteros: / el trueno del mes de marzo / y el patico crecientero.
Cuídate del pica pleitos / y de la mujer callada / porque tienen más ponzoña / que una baraja marcada.
– Noche de extraños perfiles, / las estrellas titilando, / y un mundo de alas rodando, / las luces de los candiles.
Nunca he podido encontrar / alguien que me dé razón. / ¿Por qué caben tantas penas /  en un mismo corazón?
La copa del josefino / parece una llamarada / parece una puñalada / que le dieron al camino.
Finalmente, en estas notas recordatorias del Centenario de Germán Fleitas Beroes, vale señalar, que su hijo, el historiador, poeta y cronista de la ciudad de La Victoria, Dr. Germán Fleitas Núñez, ha sido una de las personas que más se ha interesado en mantener viva la memoria del Poeta de Camaguán. El 4 de abril del año 2003 visitó Valle de la Pascua, donde participó como invitado especial en el VII Encuentro de Historiadores y Cronistas Guariqueños; en el acto,  después de dar su conferencia hizo un homenaje a su padre, declamando magistralmente el poema titulado “Toros Coleados”, del cual hay una parte que dice:
El toro se para al fin / y el tierrero que levanta, / se introduce en la garganta / rumbosa del cornetín. / Arpa, maraca y violín / alegran otros templetes, / suenen pitos y cohetes, / huele a caña el vocerío / y la calle es como un río / de cintas y ramilletes.
            Eso fue en el auditórium “Doña Mercedes M. de Zamora” de la Casa de la Cultura “Lorenzo Rubín Zamora”. Tanta fue la emoción que despertó, que el público de pie le aclamaba con vítores y aplausos… De Germán Fleitas Núñez es el célebre verso: Cien corazones tenía, / noventa y nueve te di, / el otro lo cargo aquí, / para dártelo algún día.
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sábado, 2 de abril de 2016

CORREO DEL ORINOCO A LOS 100 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA

Germán Fleitas Beroes

La llanura se recrea en las coplas del poeta de Camaguán

13 marzo 2016 | Haga un comentario


El 13 de marzo de 1916, hace cien años, nació en la población de Camaguán, al suroeste del Estado Guárico, el autor de una obra poética y letras de canciones que constituyen un aporte significativo a la identidad cultural de la Nación. Camaguán posee en sus adyacencias un conjunto de esteros en los cuales se [...]

El 13 de marzo de 1916, hace cien años, nació en la población de Camaguán, al suroeste del Estado Guárico, el autor de una obra poética y letras de canciones que constituyen un aporte significativo a la identidad cultural de la Nación. Camaguán posee en sus adyacencias un conjunto de esteros en los cuales se posan garzas en singular espectáculo que ha admirado a visitantes en toda época, y que continúa inspirando a bardos, músicos e improvisadores del contrapunteo llanero.

MOTIVOS

Desde los bancos escolares, Fleitas Beroes comenzó a dar signo de su vena poética, encontrando motivos en el nombre de las reses, la garza y la lluvia torrencial, en una época en que el caballo comenzaba a verse desplazado por el vehículo automotor. Obtendrá a sus once años su primer reconocimiento. “El premio consistió en un bolívar y un lápiz. Aun sus familiares conservan esas coplitas y el papelito donde la escribió”.
En la pieza ‘Mi pasaje’ el vate expresa “Sobre el potrillo alazán/cuántas veces en mi infancia/me topé con tu fragancia/Esteros de Camaguán”

NATIVISMO

Se trata del paisaje que habla ante cualquier generación de las bondades de la hamaca en un solar llanero. Tierra anegada por el aguacero y un astro rey que oscurece en medio de la tarde prediluviana. El lar donde se nace y aprehende las primeras emociones, las que marcan al individuo a lo largo de la existencia con la naturaleza en todo su esplendor de flora y fauna. Polvo del camino y arreo de ganado como fondo de quienes en un paso de río se detienen y, mientras las reses beben agua, blanden con su cuatro y un par de maracas coplas. Se trata de un nativismo con mucha vitalidad en los mediados del siglo veinte venezolano, y que se recrea en la poesía y canciones de Fleitas Beroes.

LLANURA

La poesía de Fleitas Beroes trasunta olor del mastranto, y hace sentir a quien se detiene en su lectura, el viento de la sabana “jugando con las espigas”. Precisamente ‘Llanura’ es texto que el autor camagüanense ofreció al maestro Juan Vicente Torrealba y que por décadas ha identificado la extensa región guariquense-apureña. Ángel Custodio Loyola, Mario Suárez, Rafael Montaño, los Torrealberos, María Teresa Chacín y Pancho Prim entre otras reconocidas voces de la canta típica, han interpretado las creaciones de Fleitas Beroes.
El poeta dotaría a su lar nativo con “una escuelita nocturna y fue maestro voluntario, apoyando a la gente humilde de su pueblo” (http://cuentaelabuelo.blogspot.com). Adicionalmente compondría, con el maestro Antonio Lauro, el Himno a Camaguán. En 1972 un liceo recibió su nombre.

OJAZOS NEGROS

Una composición de Fleitas Beroes, que ha servido para tejer romances en el llano y en ciudades del país, cuando se rasguea el cuatro de buen ánimo es ‘Muchacha de ojazos negros’. Aún hoy, cualquiera que esté recibiendo sus primeras prácticas para tocar cuatro, la encuentra en sus primeras clases. Se trata de una pieza cuyo epílogo hace símil entre el anhelo del enamorado que cantando une dos cariños, del mismo modo que el llano lo hace con el pájaro y la brisa, cuando el ave “cruza/cantando por la inmensidad”. Temas de Fleitas han sido igualmente grabados en países como México, Argentina, España y Colombia.
T/Néstor Rivero
F/Archivo CO

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