¡Llanura inmensa!
escucha como vibro:
¡hasta cuando me tienes prisionero!,
Ya le nacieron plumas al jilguero
que canta en las estrofas de mi libro
ENCRUCIJADA.
Contéstame con el alma
esta pregunta fugaz:
¿Cual de los dos quiere mas:
el matapalo o la palma?...
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