Eleazar Díaz Rangel.- Uno podía imaginarse cuántas reuniones, en sitios diversos, -las últimas, posiblemente, en la casa que habían alquilado entre las esquinas de Ibarras y Pelota- debieron celebrar Pedro Beroes, Kotepa Delgado, Victor Simone de Lima y Vaughan Salas Lozada, los fundadores de Últimas Noticias, para estudiar las cuestiones más importantes sobre la aparición del periódico; desde los talleres donde imprimirlo, hasta cómo sería ese diario, cuál su política editorial y, lo más importante: ¿de dónde sacarían el dinero necesario? pues todos eran unos limpios.
Pero las cosas no sucedieron así. Ocurre que durante varios meses de 1941, en Bogotá, donde todavía estaban exiliados, Kotepa Delgado y Salas Lozada, estuvieron hablando del periódico que creían hacía falta en Venezuela para los sectores populares; siguieron conversando, ahora en Maracaibo y, al llegar a Caracas, se incorporaron Pedro Beroes y Victor Simone de Lima. Fueron más concretos, cada vez se acercaban más al soñado día de la impresión del N° 1. Al menos ya tenían el nombre: “Ultimas Noticias” y resuelto el formato: tabloide.
Lea también: José Vicente Rangel: “Abriría de par en par las puertas del diálogo”
Antes tenían que encontrar el dinero indispensable para iniciar actividades. Tarea nada menuda. Los nexos de Kotepa con El Morrocoy Azul, exitoso semanario humorístico dirigido por Claudio Cedeño, les permitió obtener una primera suma “que se fue en cuatro días, luego dos mil bolívares, después tres mil y ocho mil”. No sabían cómo se les iba la plata, ni como pagarían las deudas; la plata por las ventas, contada centavo a centavo y, en medios y reales, tardaba en llegar.
¿Quiénes eran esos tipos a los que se les había ocurrido sacar un diario? Para mi sorpresa, hojeando viejos ejemplares, me encontré con una crónica firmada por RJV, que no podía ser otro que Ramón J. Velásquez, pues él me había contado cómo elaboró una entrevista a Diógenes Escalante sin haber hablado con él, basándose en un discurso del embajador y, en esos años, candidato presidencial unitario que se volvió loco. Tan exitosa fue que solicitaron autorización a Últimas Noticias para reproducirla en afiches y Escalante le pidió a RJV que fuese su secretario “sin dejar el periódico”.
Allí cuenta Velázquez que “Kotepa es impasible, no concede tregua; es necesario superar la edición anterior, señalaba fallas y llevaba siempre algún proyecto original; Pedro Beroes es fino escritor, de estilo fluido, que orientaba la línea del periódico y las exponía en sus editoriales. Con Salas Lozada “nos internamos en el mundo de la política y de los políticos; parece entenderlo todo, hasta en medio de las crisis y rumores, consigue la noticia por sus contactos. En cuanto a Victor Simone, tiene algo de mago, sus fuentes son misteriosas, es el gran coordinador, es un aluvión de sucesos, con gran sentido para percibir el sentimiento de la calle”.
Vea también: Homenaje a un periódico
Los cuatro con experiencia periodística. Kotepa lo hizo en El Sol (1931) y en El Heraldo (1936); Víctor en 1931 fundó La Voz del Pueblo, reaparecido en el 36; Salas estuvo en La Tarde, de Maracaibo, en 1936 y Beroes era conocido colaborador de prensa.
Después de las reuniones matutinas, cada jefe con su grupo: Información general y Sucesos, Simone; Política, Salas Lozada y Economía, Kotepa. Termina RJV: “Todos vamos a ocupar nuestros sitios, a cumplir nuestra tarea en la batalla del día”. A patear las calles de Caracas, como nunca lo hacían los periodistas de entonces, hasta que aparecieron los reporteros y reporteras ultimeños, que desarrolló y valoró su trabajo.
Entre esos reporteros estaban Raúl Domínguez, el número uno y Juan López (Kostia) y las primeras mujeres en trabajar como reporteras: María Teresa Castillo, Analuisa Llovera y Carmen Clemente Travieso. Y entre los fotógrafos, José Noguera.
Decidieron adelantar para el 12 de septiembre un número que sirviera de promoción, cuya aparición estaba prevista para el 16, a las once de la mañana y como, por casualidad, Raúl Domínguez se encontró en la calle al exministro Alejandro Fuenmayor, recién renunciado, lo entrevistó, y fue el gran titular abridor, aunque sin dar la noticia:
“SENSACIONAL ENTREVISTA DE ULTIMAS NOTICIAS AL EXMINISTRO DE EDUCACION” y el resto de la primera con noticias de la guerra y la caricatura de Víctor “La realidad palpitante”, que siempre ocupó el ángulo inferior derecho, a 2 col, hasta que, sorpresivamente y sin explicación, la pasaron a la página 3, a una col, debajo de la sección en versos de Aquiles Nazoa “A punta de lanza”.
INNOVACIONES
Desde sus inicios se distinguió del resto de la prensa, no sólo por su formato tabloide, su precio, un centavo y su titulación y uso de la fotografía, sino por su contenido. Era noticioso, muy noticioso, con frecuentes entrevistas y comentarios de opinión breves.
Fue, además, el primer diario en Venezuela que publicó una ”tira cómica”, en realidad, histórica, elaborada por venezolanos; la “Vida Gráfica de Juan Vicente Gómez”, inexplicablemente sin firma de sus autores; permaneció durante varios meses, y salía diariamente. Poco después se agregó “Las aventuras del Sargento González”, con textos de Oscar Yánez y dibujos anónimos, cuyos temas, por supuesto, eran cuestiones policiales. Tuvo dos “comics” argentinos, “Patarozú
Fue, además, el primer diario en Venezuela que publicó una ”tira cómica”, en realidad, histórica, elaborada por venezolanos; la “Vida Gráfica de Juan Vicente Gómez”, inexplicablemente sin firma de sus autores; permaneció durante varios meses, y salía diariamente. Poco después se agregó “Las aventuras del Sargento González”, con textos de Oscar Yánez y dibujos anónimos, cuyos temas, por supuesto, eran cuestiones policiales. Tuvo dos “comics” argentinos, “Patarozú
No hay comentarios:
Publicar un comentario